lunes, 26 de marzo de 2007

Somos simples servidores...


"Los exhorto, mis buenos hermanos, a asumir la misión y servicios con humildad y responsabilidad. Que abunde la generosidad en nuestros corazones, para que el Señor realice su obra y bendiga a cada hermano, y al terminar cada misión, exclamar desde el corazón:
"Somos simples servidores, no hemos hecho más que complir con nuestro deber" (Lc. 17,10).
P. Agustín dj (05/10/01)

21 años de misericordia divina






Han pasado 21 años de esta historia de Amor que el Señor inició el la vida y el corazón del P. Agustín d.j., y seguimos
experimentando la maravillosa experiencia de servir a Dios en nuestros hermanos y hermanas de comunidad y a tantas personas que se nos han acercado buscando a Jesús. Ellos, al igual que el mundo entero nos han dicho: "queremos ver a Jesús", queremos verlo vivo en ustedes. Queremos verlo en sus actitudes y forma de vida. Queremos verlo en la sencillez y la humildad de sus corazones de discípulos. Queremos verlo, más allá de ustedes mismos, más allá de sus miserias y limitaciones, más allá....queremos ver a Jesús.


En estos 21 años de gracia y bendición, vaya nuestro saludos fraterno de parte de los hermanos de Casa San Pablo a todos y cada uno de los hermanos y hermanas discípulos de Jesús de San Juan Bautista y a todos los que nos han acompañado en estos años.

"No tamas subir con Jesús a Jerusalén"



"Ahora subimos a Jerusalén..."

Nos encaminamos ya a la recta final de este camino cuaresmal: acompañar a Jesús a Jerusalén, donde sufrirá su Pasión por Amor a cada uno de nosotros.

No hemos de tener miedo en acompañar a Jesús. Los miedos nos paralizan y nos hacen perder los mejores momentos junto al Maestro.

Acompañarlo es caminar detrás de sus huellas, es también haber entendido que en nuestra vida espiritual, el Señor también nos tiene reservada una "Jerusalén personal" . No hemos de tener miedo en dar este paso. Jerusalén está donde el Maestro nos invita e indica a morir a nosotros mismos....

Jerusalén está donde muero a mi pobre yo, para que reine la Voluntad del Padre... aunque cueste.

Jerusalén está en la misma vida comunitaria, donde el Señor me invita a entrar y dar la vida por los demás, por los más cercanos, por mis hermanos.

Jerusalén está donde lloramos nuestros pecados y nos lamentamos cuando tampoco sabemos reconocer el tiempo cuando Dios nos visita.

Entonces: Subamos, hermanos a Jerusalén con Jesús... no temamos morir con él y por él.... porque él ya murió por nosotros.